Las viviendas personalizadas o también conocidas como casas modulares son una clase de vivienda que están ganando más adeptos en el mundo de la construcción. Por ello, hoy os vamos a hablar de los beneficios de personalizar una vivienda.
¿Qué es un chalet modular?
Antes de hablar de los beneficios de una vivienda personalizada primero vamos a definir qué se entiende por personalizar y cuáles son sus características.
Aunque pueda haber un poco de confusión sobre las casas personalizadas, lo cierto es que su principal característica, es decir, la personalización, es lo que la define.
Por personalizar se puede entender que podemos diseñarla a nuestro gusto y efectivamente esto es cierto, pero sólo en parte. Hasta hace poco si querías una casa pagabas por el proyecto a un arquitecto y éste te diseñaba y construía la vivienda.
Sin embargo, desde hace unos años, existe una nueva forma moderna de construcción llamada viviendas modulares. Estas casas son una especie de puzzle ya que se hacen por partes y se montan según las necesidades y gustos de los dueños.
La mayoría de casas modulares que existen en el mercado son altamente personalizables y lo bueno es que se adaptan a cualquier perfil de comprador.
Es decir, las puede adquirir desde un matrimonio joven de clase media y gustos normales hasta personas con mayor capacidad económica y con gustos menos convencionales.
Por gustos convencionales nos referimos a que desean una vivienda moderna con un estilo diferente al tradicional como por ejemplo, una construcción de piedra y cristal en el borde de un río, una vivienda de lujo, una de estilo americano.
En resumen, el diseño y estilo final lo marca el dueño y, por supuesto, su presupuesto. Sin embargo, esta clase de chalets de diseño son la minoría ya que las nuevas viviendas modernas se basan en la autoconstrucción, un nuevo concepto en el sector inmobiliario.
¿Cuáles son los beneficios de personalizar una vivienda?
No descubrimos nada nuevo si decimos que la principal ventaja es diseñar la casa según nuestro gusto, pero ésta no es la única ni mucho menos. A continuación, os contamos todos los beneficios que tiene tunear nuestra vivienda.
Una vivienda individualizada a nuestro gusto no tiene porqué ser cara ni mucho menos. El principal factor de la personalización que repercute en el presupuesto y precio final es la elección de materiales elegidos para la fabricación.
Por ejemplo, la base de la mayoría de las viviendas modulares usa el hormigón, pero su puede combinar con otros elementos como la piedra, el mármol, el acero y demás, pero evidentemente sube el precio final.
La combinación de todos elementos, en especial, a la hora de diseñar las habitaciones y los acabados es lo que determina el precio, junto con la fabricación de habitaciones.
También afecta al precio el número de personas que residan en la casa ya que dependerá del número de habitaciones finales que haya en la casa. Sin embargo, lo bueno de las construcciones modulares es que al ser una especie de casa que se monta a piezas es que su tamaño se puede aumentar siempre que lo deseemos.
No tendremos problemas en el futuro si queremos añadir o quitar una o varias habitaciones. El hormigón y el montaje de estas viviendas permite esta posibilidad.
Por ejemplo, un consejo típico que les damos a un matrimonio joven es no querer tenerlo todo al inicio y esperar a ampliar en caso de tener hijos en un futuro.
Si buscan una casa para vivir ya, se puede conseguir en corto periodo de tiempo, un par de meses, por lo general, por lo que pueden ir a vivir al poco, sin preocuparse de tener poco espacio en el futuro.
La clave es escoger el terreno y elegir el diseño y tamaño. Una vez escogido siempre se puede ampliar, eso sí, no recomendamos ampliar demasiado y partir de unas medidas un poco más grande de las típicas viviendas unifamiliares.
Además, las casas modulares suelen tener dos o más pisos si contamos con el sótano por lo que es raro que tengamos problemas de espacio. Otro punto a favor de la personalización es que podemos incluir espacio al aire libre, una terraza, un pequeño huerto, una piscina o sencillamente un área libre para realizar barbacoas.
La elección de la distribución es otro punto a favor de las viviendas personalizadas, sin embargo, la distribución va más allá del diseño y número de habitaciones y es que es un factor que redunda en el diseño.
Es importante pararse a pensar durante el proceso de diseño ya que así tendremos tiempo para ajustar cualquier cambio que queramos hacer que al principio nos parecía buena idea. Y es que aunque la personalización permite adaptar la casa lo que se construye después es costoso reformarlo o cambiarlo.
La confianza y el bienestar es otro punto y quizás el definitivo a favor de esta clase de vivienda. La razón es que las viviendas modulares se adaptan a cualquier familia, dueño o comprador.
Ya no tenemos que comprar la casa de los sueños, la podemos hacer desde el inicio. Y lo mejor es que podemos cambiarla según queramos.
Evidentemente, esto no es lo normal, pero lo que está claro es que la personalización nos permite definir todo el espacio, desde los metros cuadrados de cada habitación, dónde irá colocado el baño, el espacio útil que necesitemos, y el diseño de la construcción.
Si a todo lo anterior se junta la alta calidad de los materiales, la rapidez de construcción y entrega, y la modularidad desde luego las viviendas personalizadas se convierten en una de las mejores opciones a la hora de comprar una casa.
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